viernes, 12 de junio de 2015

Enseñando la educación emocional

Estos días hemos leído un artículo que nos gustaría recomendaros y compartir a cerca del bullying, y saber qué os parece a vosotros y vosotras. Sobre todo cuando al mismo tiempo no paran de surgir noticias acerca de niños a los que sus compañeros acosan en el colegio, desde muy pequeños.
Lo escuchamos no sólo en las noticias, también de los niños que nos lo cuentan, o de sus más que preocupados madres o padres.
Es cierto que somos el ejemplo de nuestros niños, a través de los cuales ellos van a guiarse y van a aprender ciertos comportamientos o formas de enfrentarse a diversas situaciones que se les presentarán en la vida.

En este artículo, nos dan algunas pautas para que nuestros hijos sean más agradecidos, respetuosos y  que desarrollen su inteligencia emocional de forma más adecuada.
De esta forma les abriremos al mundo, y les brindaremos la forma de crecer más felices.
Lo que más nos ha gustado del artículo es la gran importancia de la gratitud, pero no de la de “saber dar las gracias”, no de la referente a la educación, sino de la que se refiere a saber sentirse agradecido por las cosas que se tienen.
Está bien que sepa decir gracias, de nada... pero centrándonos no en la educación, como decimos, sino en la inteligencia emocional, y en que hay que educar también el corazón... porque muchas veces, como padres, con que el niño sepa decir gracias nos quedamos tranquilos, porque eso demuestra que nuestro hijo está “bien educado”; incluso nos empeñamos en que así lo haga... y aunque es muy correcto, hay cosas más importantes que pasamos por alto.

Si sienten reciprocidad en sus sentimientos podrán sentir y experimentarán que hay un feedback, y que “yo” tengo sentimientos, pero los demás también, la empatía es esencial para poder crecer teniendo una adecuada relación con los demás y consigo mismos.

Aprenderán a reconocer y a regular sus emociones así como a reconocer las de los demás.
Y es que la solidaridad, el compromiso social, la colaboración, aprender a respetar la diversidad y el hecho de que todos somos diferentes y la riqueza que esto supone… solo pueden aprenderse de esta forma, con el ejemplo, y con el diálogo. A veces es una tarea muy ardua, pero quizá se pueda conseguir...


¿Qué opináis?


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