Hoy queremos escribir un post sobre algo que últimamente
surge como un debate constante en muchas conversaciones. El hecho de que se
esté imponiendo la tecnología y se desplace la escritura, el medio tradicional.
Leímos este reportaje, que podéis ver aquí, y supimos que
debíamos escribir sobre ello, ya que es un tema que surge recurrentemente, hablando
con profesores, padres, o familias, y es algo que nos resulta preocupante,
porque vemos cada día que los problemas de lectoescritura afectan a muchos
otros factores, y si no se resuelven y se enquistan, muchos otros problemas del
lenguaje y la comunicación, y del aprendizaje, van unidos a ello.
De un tiempo a esta parte, en algunos colegios, se está
desplazando el método tradicional de lectura y escritura, por las tablets y ordenadores. Esto tiene sus
ventajas, que además son muy claras, y en la sociedad que vivimos, debemos dar
a los niños la posibilidad de entender, comprender y utilizar las nuevas
tecnologías de forma responsable, no sólo para jugar o ver películas. Las
nuevas tecnologías mandan y está claro que no podemos cerrar esa puerta.
Pero también es cierto que hay que valorar la importancia de
la escritura en sí misma. La escritura es un ejercicio de motricidad fina y
gruesa muy necesaria y esencial en el desarrollo (comenzando con el ejercicio
de la pinza con los dedos, y de los trazos), además de ser la expresión escrita
de la expresión oral, es decir, está íntimamente relacionado con el lenguaje, y
la comunicación, la fonología y fonética y por ello, la correspondencia grafema-fonema
adecuada, y la secuenciación por tanto de ideas. La asimilación de conceptos,
la comprensión lectora y su proceso y su consecuencia en los aprendizajes. Está
además relacionado con la postura corporal, la motricidad, el control del
cuerpo, el dominio del espacio, de la forma de andar, del equilibrio… es una
actividad esencial por lo tanto en nuestras vidas.
Derivados de la escritura, se pueden constatar otro tipo de
dificultades que el niño o niña puede tener, y a partir de ella, solucionarlos.
No quiero decir con esto, que se dejen de utilizar las tablets u ordenadores en los colegios o escuelas, sino
que no se sustituya la escritura por ellas, y que se trabaje de manera
conjunta. Los extremos nunca son buenos, ya sea uno u otro.
Ambas técnicas se pueden utilizar unidas, las nuevas
tecnologías y la escritura, para conseguir el desarrollo más adecuado para los
más peques.
¿Y vosotros, qué opináis del uso cada vez más extendido de
los medios electrónicos para escribir?
